11 de abril de 2010

EL CLOUCH (segunda parte)

Pocos saben que a día de hoy le debo unos 45.000$ al CEDARS-SINAI de Los Angeles. Pase sólo una noche en observación, pero facturaron a cojón de judio.

El CEDARS es una clínica privada, la más grande y la más famosa de California, ubicada en el corazón de Los Angeles, entre Beberly Hills y Holywood. Por allí han pasado Elvis, Sinatra, Marilyn, Jako y otros tantos además de mi alter ego. Ya que por suerte o por desgracia fue JAVIER ALICANTE, el que pasó a estar perseguido por la justicia y a día de hoy es persona non grata en el país de Obama.

Era un jueves de mundial, Brasil estaba de fiesta. Nosotros y el Zabumba también. Al fin tenía coche. Los Angeles sin carro son la perdición. Y con carro la locura.
Eran las cuatro de la mañana y Venice Boulevard estaba desierto. Pensé "QUE BIEN SE CONDUCE EN ESTA JODIDA CIUDAD A LAS 4 DE MAÑANA" En los asientos de atrás iba una parejita formada por una mexicana y un argentino, (paradójico pero cierto) delante dos españoles. En definitiva cuatro ilegales. Trabajábamos con papeles falsos. Mirando constantemente por el retrovisor. Evitando a la pasma. Sabiendo que en cualquier momento y al mínimo descuido se acabarían nuestros sueños y nos iriamos tal como llegamos, con la manos vacías.

Tenía el disco en rojo, pero el NIÑATO del SEDAN ROJO, ni siquiera lo vio. Se salto un semáforo a más de 100 km por hora. Y allí en a la altura de Venice Blvd. con la Cienega Blvd paso todo en tan sólo 5 segundos.

Al ver el cochaco saltandose el semáforo, intente esquivar el impacto frontal girando a la desesperada 90ª a la izquierda. El no nos vió. Note un tremendo impacto en el lateral trasero derecho, e intente controlar mi descontrolado y humilde FORD, hasta que quedo literalmente empotrado contra un puto semáforo yanqui que había en una isleta en mitad de ninguna parte. Más tarde la ciudad de Los Ángeles reclamaría un semaforo a Javier Alicante.

La mexicana llora, grita. Me grita a mí. Que golpea mientras me acusa de haber matado a su novio. El argentino está inconsciente. Tiene una brezha en la frente y sangra por el oído. No puedo respirar. Que mal rollo.

Intento salir para llamar a una ambulancia. Me caigo al suelo. Sigo sin poder respirar. El compi español esta flipando. Se le ha ido la cabeza. Mejor dicho, ha roto la luna delantera con la cabeza. Ve sangre que le sale alguna parte. Se busca con las manos una brecha. Un roto. Un algo que explique cómo puede seguir consciente después de romper la luna. Al fin recobro la respiración. Descubro que doble cinturón de seguridad estaba sujeto con loctite. Me he tragado todo el volante con las costillas. La concha su madre. Intento parar a una negra enorme que intenta huir de mí. Me grita que se yo. Al final un vagabubndo saca su celular y avisa a la ambulancia. Ya sólo queda esperar.

Me imagino saludando a mis compis en Guantánamo. El naranja me queda bien. Las cadenas también. Me hacen parecer peligroso. ¿por qué andaré escocido?

- ¿Y tu por qué estás aquí?
- ¿Yo? Por gilipollas. Por conducir sin seguro un coche que nunca puse a mí nombre.
- ahhh pués si, hay que ser gilipollas…

Llega la poli, primero habla con el yanqui. Un niñato. Un niñato que apenas ha rozado su maldito SEDAN ROJO. Parece recién sacado de una serie de pijos rollo MELROSE PLACE. Es su palabra contra la mía. Si me quiere dar por culo, por mucho que me resista, su señoría lo hará sin problemas.

- Where are you from? - me pregunta un armario ropero de poli con surcos en la calva y cara haberse esnifado las pruebas de su anterior caso-
- ¿Me? From Spain
- Puff, very bad drivers in Spain.

La caguemos, de todos los policias de Los angeles me ha tocado el puto poli psicopata. Llega la ambulancia. Se los llevan a Cedar-sinai. A nosotros nos abandonan allí. Aparecen 1 abogado latino a las 4 de la mañana. Nos da su tarjeta. Aparecen 2 grúas para retirar el coche.
¿Pues no ha quedado siniestro total?
(ESTO ES LO ÚNICO QUE PUDE RESCATAR DE MI COCHE)
Todos se van. Nos quedamos sólos y apaleados. Empezamos a andar doloridos hacia el hospital donde se han llevado al argentino. De repente suena una sirena. El madero yanki de la calva con surcos. Nos dice que no podemos andar por la carretera. Le echamos morro.
- Do you go to the hospital?

Nos llevan en la parte de atrás del la patrullera. Los asientos son duros. De plástico, una jaula. Así viajan los chicos malos. Ya en el hospital se acerca la poli. El niñato ha reconocido que se salto el semáforo. SOY LIBRE. Ya sólo queda el argentino. 5 días más tarde recobra el conocimiento. 5 días divertidos. Al final me voy de Los Ángeles sin conocer la trena. Eso sí debemos una pasta al hospital más pijo de Los Angeles.

Facturas HOSPITALARIAS
• Javier Alicante, 1 noche en observación, placas, electros, y demás: 45.000$
• el español, 1 noche en observación: 38.000$
• la mexicana, 2 noches en observación: 60.000$
• el argentino: 7 días en observación: 300.000$

Cantidad abonada hasta el momento: CERO.
Como logre evitar la deuda: eso es otra historia.

3 comentarios:

Chelo dijo...

la leche!!! tío parece un capítulo de CSI, solo que al final el niño pijo canta, el argentino sobrevive y no hay investigación (no te creas, me alegro ¿he? qué no soy tan cabrona)

No me imagino en esa situación, si me pasa se me olvida el poco inglés que se, se me olvida el poco castellano que se, se me olvida mi nombre, FIJO.

Espero ansiosa la tercera parte... ya me he enganchado, soy más facilona...

Cabra Montesa dijo...

da gusto tener un público así. la verdad es que a veces merece la pena recordar.

Cabra Montesa dijo...

jajaja, al principio impacta, luego se acostumbra uno. Al fin y al cabo, el perseguido por la justicia norteamericana es JAVIER ALICANTE.