No todos los días se conoce en persona a gente que mola y que sigue tu blog. Y reconozcámoslo, siempre gusta gustar a los demás.
Todo empezó el domingo, en el rastro, comprándole a un morito dos euros de hierbabuena (de la inocente, la que tiene un aroma embriagador... la que no se fuma vamos) Y claro a semejante manojo, por lógica hubo que añadir 30 limones, azúcar, Bacardi, sifón y unas pajas. (Que no falten)
"Varios litros de mojito después"
Visita inesperada de un colega granaino. Exaltación de la amistad. Cantos regionales. 4 de la mañana. "¡Vámonos de fiestaca!"
"5 de la mañana de un domingo-lunes en un garito del centro de Madrid"
De repente me veo a hablando con mujer maravillosa, simpática, divertida, con un punto locura (coco debe de ser), con unas caderas inmensas y una sonrisa de esas que enamoran de no deja de mirarme fijamente a los ojos con sus ojazos negros.
Automáticamente me convierto en una máquina de decir paridas y cumplidos, y va ella que no deja de sonreirme, y me habla de un blog que sigue que debería leer, "Amantes de lo absurdo"
- nos vamos (me dice mi colega)
- ¿estás loco?
- son caras -me dice-
- ¿caras?
- 150 euros mi amor - me dice ella-
Así que en plena crisis he invertido 150 euros en Hierbabuena. Pero que carajo, no se conoce a una lectora así todos los días.
Esta entrada está dedicada a ti, mi querida Hierbabuena.
PD: ¡Vaya resacón que tienen los mojitos!
3 comentarios:
Si es que al final los dos euros en hierbabuena salen caros. Y 150 euros son muchos euros. Espero que la segunda hierbabuena fuera de un frescor más... duradero.
¿Por eso siempre insistes tabto en invitarme a mojitos e pajaro?
* querido Javi... pues no, sin duda es mucho más duradero el aroma de la planta. Y sí, 150 son muchos euros, pero que carajo, está vida está para disfrutarla.
* querida Minimony: si siempre te saco el tema de los mojitos, no es para llevarte a mi cama. Es porque soy un puto crack haciendo mojitos, aunque no te lo quieras creer.
Publicar un comentario